El primero de ellos será el Murex, con una capacidad de 178.000 metros cúbicos de GNL y actualmente fletado por la petrolera holandesa Shell con un contrato a largo plazo
Esta nueva solución desarrollada por Wärtsilä se basa en la tecnología de refrigeración de ciclo Brayton de nitrógeno inverso, que vuelve a licuar el BOG que se produce en dichos buques y lo utiliza como combustible o se vuelve a almacenar como carga.