Tras la recepción de la obra, la PLOCAN inicia el equipamiento de sus laboratorios

El pasado 28 de marzo se procedió a la firma del acta de recepción de la obra de construcción de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), Infraestructura Científica y Técnica Singular para la investigación, desarrollo e innovación en el campo de la ciencia y tecnologías marinas. El consorcio promotor de la obra, formado al 50 por ciento por los gobiernos de España y de Canarias, aceptaba mediante esta rúbrica la conclusión del proyecto de construcción adjudicado a la UTE integrada por Acciona Infraestructuras y Lopesan Asfaltos.

Después de la recepción de la obra, ya se ha procedido al transporte de los primeros contenedores con el material necesario para equipar los diferentes departamentos de la plataforma. A través de una grúa con brazo telescópico situada sobre la base de la plataforma, se ha desembarcado en primer lugar el amueblamiento y equipamiento para los laboratorios. Todas las instalaciones de servicios auxiliares están ya funcionando, como la potabilizadora y la depuradora de aguas, según fuentes de PLOCAN. 

Las instalaciones de PLOCAN concentran un conjunto de infraestructuras y laboratorios experimentales capaces de trabajar de forma autónoma, con hasta un máximo de 40 científicos. La base de vehículos servirá para que las empresas y grupos de investigación puedan desarrollar prototipos y dispositivos en el ámbito de la robótica e instrumentación subacuática, un mercado en pleno desarrollo. El banco de prueba servirá de apoyo a actividades dedicadas al aprovechamiento de recursos energéticos del océano y al llamado “crecimiento azul” (cultivos marinos, biotecnología, energías renovables, etc.).

La PLOCAN se encuentra a 1,3 millas de la costa este de Gran Canaria, anclada a una banqueta situada a 30 metros de profundidad. Con sus 32 mil toneladas de peso y 2.500 metros cuadrados de superficie repartidos en siete niveles, la PLOCAN permitirá situar a Canarias como referente de la denominada economía azul y como punta de lanza de la investigación oceanográfica a nivel mundial. El coste de su construcción ronda los 11 millones de euros, financiados por los gobiernos canario y español.