Galicia garantiza la venta y el consumo seguro de alrededor de 250.000 toneladas de mejillón con 10.000 análisis anuales de biotoxinas

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La Diputación de la Xunta de Galicia analizó ayer un informe relacionado con la labor del Instituto Tecnológico de Control del Medio Marino para asegurar la extracción de este recurso cultivado en balsas.

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El Ayuntamiento de la Xunta analizó ayer un informe sobre los periodos de prohibición de la extracción de mejillones en los polígonos de balsas de Galicia como consecuencia de las biotoxinas entre los años 1998 y 2020. Este documento refleja que los 10.000 análisis anuales de biotoxinas realizados por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permiten la venta y consumo de alrededor de 250.000 toneladas de mejillones con todas las garantías higiénico-sanitarias.

Este centro dependiente de la Consellería do Mar identifica los diferentes tipos de biotoxinas marinas que existen y su presencia por zonas y en base a los estrictos controles que realiza establece los cierres de las zonas de producción afectadas por este fenómeno para proteger la salud pública y la calidad de bivalvo. moluscos. La existencia de especies tóxicas de fitoplancton es un fenómeno natural, ya que tiene su origen en la riqueza fitoplanctónica de las aguas y se repite en la mayoría de zonas de producción de moluscos bivalvos del planeta.

Además, el informe señala que Intecmar realiza alrededor de 2.000 informes de preextracción y más de 300 resoluciones anuales que prohíben o autorizan la extracción de moluscos en las áreas de producción, la mayoría de ellas relacionadas con el control de biotoxinas.

En relación a los períodos de prohibición de extracción de mejillón de las balsas durante los últimos 23 años, el documento concluye que las biotoxinas lipofílicas son las que ocasionaron la mayoría de los cierres y que la afectación promedio cubre más del 25% del año. También muestra que en todas las rías los polígonos de balsa ubicados más lejos son los que han tenido mayor número de días de cierre.

Los años en los que se registraron los periodos más largos de prohibición de extracción a consecuencia de esta biotoxina fueron 2005 y 2013, mientras que los de menor impacto fueron 2008 y 2017. Por zonas, la ría de Pontevedra presenta los periodos más largos de prohibición de extracción y la ría de Arousa fue la menos afectada.

En el caso de la biotoxina PSP (paralizante), el efecto promedio en el período 1998-2020 cubre el 1,5% del año. La ría de Arousa fue la menos afectada y la de Pontevedra la que registró más días de cierre de granjas de mejillones. En cuanto a la biotoxina ASP (amnésica), el informe afirma que su impacto medio es del 1% del año. En relación a las zonas, la menos afectada por este tipo de biotoxinas fue también la ría de Arousa y las que señalaron más días de prohibición de extracción fueron las rías de Muros y Noia y Ares-Betanzos.

Este trabajo de control de los niveles de biotoxinas desarrollado por Intecmar garantiza la seguridad alimentaria de moluscos como el mejillón y evita que estos episodios paralicen la producción gallega dividiendo las zonas de producción en subzonas más pequeñas y un elevado número de puntos de seguimiento.

Además, la difusión de la situación de las zonas de producción a través de la web de Intecmar contribuye a generar confianza en el consumidor para seguir comprando mejillones gallegos durante todo el año. De hecho, la labor de este centro fue clave durante la declaración del estado de alarma provocada por el Covid-19, ya que sus funciones declaradas imprescindibles contribuyeron al suministro de moluscos, principalmente mejillones, con todas las garantías higiénico-sanitarias.

El Intecmar

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia fue creado como entidad pública en 2004, como instrumento oficial de la Comunidad para el control de la calidad del medio marino, contribuyendo a su protección y mejora, y para la aplicación de disposiciones legales Control técnico-sanitario de productos del mar. En ese momento asumió las competencias, el personal y las instalaciones del antiguo Centro de Control del Medio Marino (CCMM) y amplió sus funciones. Actualmente cuenta con 3.600 metros cuadrados de instalaciones en las que prestan servicios 87 empleados públicos.

El centro cuenta con la acreditación ENAC desde marzo de 1999 y desde entonces ha ido renovando y ampliando acreditaciones para diferentes tipos de ensayos. Prueba de esta constante renovación de equipos y técnicas es la ampliación del alcance de la acreditación en cuatro nuevos ensayos, concedidos por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) a finales de 2020. Uno de los nuevos ensayos acreditados es la determinación de toxinas paralizantes de moluscos (PSP). ) por el método químico que realiza la Unidad de Biotoxinas. En estos 21 años de acreditación el instituto ha superado con éxito las auditorías externas a las que ha sido sometido.