​Boluda garantiza el servicio de remolque en todos los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria de Las Palmas

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Boluda se ha adaptado al 100% al nuevo pliego posicionando los 9 remolcadores que el pliego exige y tiene disponibles 4 remolcadores adicionales para reforzar el servicio

Ha renovado la flota en Lanzarote y Fuerteventura, dotando a cada uno de los puertos de un remolcador Tractor de 40 toneladas de tiro

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Después de 5 meses de la aprobación del pliego del servicio de remolque en los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, tan solo Boluda se ha adaptado al 100% al nuevo pliego antes del plazo final, posicionando los 9 remolcadores que el pliego exige y estando todos operativos según la normativa. 

Boluda ha renovado la flota en Lanzarote y Fuerteventura para adaptarse al nuevo pliego, dotando a cada uno de los puertos de un remolcador Tractor de 40 toneladas de tiro.

Los remolcadores VB Balear, VB Mediterráneo, VB Alborán, VB Adriático y VB Tamarán dan el servicio en el Puerto de Las Palmas, acompañados por el VB Asterix y el VB Obelix, con menos de 20 metros de eslora; por su parte en el Puerto de Arrecife el servicio está a cargo del VB Guanche y en Puerto del Rosario hace lo propio el VB Achaman.

Boluda dispone, además de 4 remolcadores adicionales a los requeridos por el pliego,el VB Brandy, VB Solea, Quijote I y Quijote II. Con todo ello garantiza, con las mejores condiciones técnicas, el servicio universal de remolque en todos los puertos gestionados por la Autoridad Portuaria de Las Palmas: Las Palmas, Arinaga, Salinetas, Arrecife y Puerto Rosario.

El otro operador, Odiel Towage, filial de Fairplay, que solo operaba en el Puerto de Las Palmas con cuatro unidades, acaba de perder su licencia por no adaptarse a las condiciones exigidas en el pliego. 

Cabe recordar que el borrador de pliegos salió en diciembre 2019, pasó por todos los trámites incluido el Comité de Servicios Púbicos Portuarios, fue aprobado en abril de 2020 y publicado el 29 de mayo en el BOE. El pliego contó con un margen de tres meses para su entrada en vigor, y dos meses más para su adaptación, en total cinco meses, finalizando el 31 de octubre del 2020 el plazo para haberse adaptado al mismo. Un tiempo más que razonable para haber acometido la adaptación.

Desde nuestra óptica, y a tenor de los datos, Fairplay nunca tuvo intención de adaptarse, y una muestra de ello es que no ha presentado ningún documento, ni traído ningún otro remolcador al puerto, aparte de los cuatro que ya disponía, aludiendo que no ha dispuesto de tiempo suficiente para adaptarse.

Fairplay, que se abanderó a sí misma como salvadora de la "libre competencia" ha ido buscando desde el inicio la confrontación, judicializando el proceso del pliego. Su única estrategia ha sido buscar la paralización cautelar de los pliegos, algo que el Juzgado le denegó. Como última opción, y con cierta desesperación, presentó una solicitud de ampliación del plazo de un mes, a sabiendas de que legalmente no era posible que se le concediera, muestra de que su intención era solo alargar aún más el proceso.

Por otro lado, hay que recordar que Fairplay ha generado precariedad laboral entre sus trabajadores. Sus remolcadores cuentan con tres tripulantes que permanecen durante 40 días ininterrumpidamente en el buque. Esta situación no cumple con la normativa laboral española, a la que están obligados, y ya está siendo investigada por la Inspección de Trabajo. Hay ya varias denuncias presentadas, entre ellas algunas de sus propios trabajadores.

Esta contratación de personal, que pone en riesgo la seguridad asociada al cansancio de la tripulación y a la falta de concentración que supone permanecer 40 días dentro del remolcador y en estado de guardia permanente, solo busca un ahorro de costes. 

Mientras que la otra compañía, Boluda, cumple con la legislación y tiene tres tripulaciones por remolcador, o lo que es lo mismo, 9 tripulantes por buque, y adaptados a convenio, Fairplay tiene tan solo 3 tripulantes por buque. Claramente unos costes laborales mucho menores, a costa de precarizar el trabajo, y poner en riesgo la seguridad.

Fairplay ha querido "despedirse" dejando en el aire su entrada triunfal en el sector del remolque, hablando de que ha captado el 40% de la facturación del puerto, aunque los datos de que disponemos nosotros nos permiten afirmar que ha sido tan solo del 11%; y adjudicándose que ha atraído nuevos tráficos al puerto, algo absurdo se mire como se mire, por el  servicio de remolque atiende a los buques que escalan en el puerto, los buques no vienen al puerto a probar los remolcadores de Fairplay, ni de nadie, vienen por necesidad o previsión de escalar en el puerto. Adicionalmente a esto, el Covid ha traído una disminución de movimientos al puerto, una muestra más del sinsentido de esta afirmación.

Además, el servicio de Fairplay ha sido deficiente, ya que no han podido atender a sus clientes con remolcadores de menos de 1.000 cv, al no disponer de ellos. Sus clientes se veían obligados a contactar con Boluda para la prestación de este servicio.

Al Puerto y al propio sector, les gustaría creer que Fairplay volverá a solicitar la licencia de remolque, aunque ahora tendrá que competir en igualdad de condiciones reales, con 9 remolcadores para los 5 puertos (incluidos puertos deficitarios como son Arrecife y Puerto del Rosario) y respetando la legislación vigente española en materia laboral, incrementando la plantilla en remolcadores de 12 tripulantes a un mínimo de 81.

Además, Fairplay tendrá que salvar otro escollo importante. Fue condenada por Carter en Alemania en sentencia firme. Esta condena se produjo por pactar precios con la competencia. Esta sentencia probablemente impedirá que pueda presentarse al nuevo pliego, que establece este tipo de comportamientos como excluyentes para participar en el proceso.