Se trata de la primera misión que se realiza con dos gliders o minisubmarinos no tripulados de forma conjunta en la Macaronesia. Los investigadores también muestrearon la zona del hundimiento del petrolero Oleg para estudiar la calidad del agua de la zona.
Durante este período, el vehículo autónomo submarino (AUV por sus siglas en inglés) navegó a una velocidad media de 1 km/h realizando inmersiones hasta los 400 metros de profundidad.