La inversión se sitúa en máximos desde 2008.
De esta inversión dependen 1,18 millones de empleos, un 1,5% más que en 2014. La cifra de negocio asociada al stock se sitúa cerca de 390.000 millones de euros, casi un tercio del PIB.
Las cifras españolas contrastan con la debilidad de los flujos mundiales.