El Gobierno de Baleares destina 577.405 € a censar los peces vulnerables de las reservas marinas

En diferentes áreas marinas protegidas en el Mediterráneo, la estructura de las poblaciones de las especies de pescados vulnerables cambia cuando se han aplicado medidas de conservación efectivas.

Desde el año 2011 no se ha hecho ningún seguimiento de las reservas marinas de las Islas Baleares, hecho que afecta y dificulta la gestión, para la cual actualmente fallan datos. Por eso, entre este año y el 2020 la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca dedicará 577.405 euros a censar, visualmente y con medios propios, los peces vulnerables de estos espacios.

El contrato la ejecutará la empresa pública TRAGSATEC mediante el método no destructivo de los censos visuales en inmersión. La tarea se centrará en los pescados más importantes: lubinas, dentones, sargos, doradas, varios tipos de corvinas, merlos, morenas, sargos, meros, congrios, chopas, brótola de roca, pez de limón o rascacio, entre otros.

Es un hecho demostrado, en diferentes áreas marinas protegidas en el Mediterráneo, que la estructura de las poblaciones de las especies de pescados vulnerables cambia cuando se han aplicado medidas de conservación efectivas. El efecto cascada de estos cambios afecta finalmente a toda la comunidad de pescados y, por lo tanto, la biodiversidad de las zonas protegidas. En el origen de estos cambios está básicamente la reducción sustancial o absoluta de la mortalidad causada por la pesca: el conocido efecto reserva: en las reservas hay más peces, son mayores, abundan especies que fuera de las reservas escasean y las capturas son más importantes en cantidad y calidad.

En el caso concreto de las reservas del Toro y las Malgrats, los resultados obtenidos en la campaña de 2011 ya pusieron de manifiesto el buen funcionamiento de las reservas. Después de siete años de protección, ambas reservas experimentaron un incremento notable en la mayor parte de los indicadores principales, incremento que las sitúa en posiciones punteras en el contexto de las Islas Baleares.

Los censos visuales se harán en fondos rocosos, en dos rangos de profundidad de entre 3 y 15 m y de entre 20 y 25 m. Según los casos, se contrastarán hasta tres niveles de protección diferentes: reserva integral (si hay), donde cualquier pesca está prohibida; reserva, con pesca artesanal y recreativa, y fuera de reserva, donde se practican, todas las modalidades de pesca prohibidas en las reservas con la excepción del arrastre. A partir del análisis de los datos, se determinarán los parámetros biológicos de cada uno de las reservas y de los puestos de control: abundancia, biomasa, riqueza específica, índice de diversidad y estructura de tallas.