Cambios en la Casa Blanca, cambios en el transporte marítimo

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Joe Biden ha tomado el relevo en la Casa Blanca con decisión, firmando desde el primer día casi una veintena de decretos, algunos de gran calado, que dan un giro de 180 grados a la que había sido hasta ahora la hoja de ruta de la política norteamericana.

Tradicionalmente, tras los 100 primeros días de la nueva presidencia se evalúa su gestión. Biden dispone de poco tiempo para implantar sus medidas, consciente de ello, su principal objetivo es impulsar la economía, tratando de mostrar signos de recuperación lo antes posible. Recuperar y mejorar las relaciones diplomáticas y comerciales con China y Europa es clave para ello.

Europa ha querido dar el primer paso para ello. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, mandaba un mensaje al recién elegido presidente Biden a través de sus redes sociales: “Europe is ready for a fresh start” manifestaba, un mensaje optimista que busca un nuevo acercamiento a Washington. La Unión Europea necesita ampliar su marco de colaboraciones comerciales, independientemente de las magníficas relaciones que mantiene actualmente con China.

Otra de las medidas anunciadas por el nuevo presidente americano con la que daba un fuerte golpe de timón al rumbo mantenido hasta ese momento por su predecesor, ha sido el retorno de su país de manera inmediata a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con ello pretende fortalecer el sistema público sanitario, para administrar durante los 100 primeros días de su mandato, 100 millones de dosis de la vacuna del covid-19. Este es el principal problema que lastra la economía norteamericana en estos momentos y su resolución es el punto de partida inexcusable para cualquier recuperación.

El presidente en su programa de decretos de acción rápida incluye un ambicioso plan de desarrollo de infraestructuras públicas, para fomentar la actividad empresarial y el empleo, bajo el lema “reconstruye América mejor con Biden”. Todo ello forma parte de un plan para inyectar un paquete de estímulos valorado en 1,9 billones de dólares para relanzar la actividad y la capacidad de gasto de los americanos. Medidas incentivadoras que han sido muy bien acogidas desde el primer día por los mercados bursátiles, que cierran jornadas al alza y que transmiten optimismo con la llegada de aire fresco a la política económica y comercial.

EE. UU. regresa asimismo al Tratado de Paris, volviendo a poner entre sus prioridades la lucha contra el cambio climático y la defensa de las energías renovables. La industria automovilística americana recibirá un fuerte respaldo, centrándose en el desarrollo de vehículos ecológicos, criterio que se replicará para el transporte público. Este sector espera un fuerte crecimiento e incremento de exportaciones, tras la adopción de estas medidas para las empresas con sede local. 

Puerto de Los Ángeles, California y Long Beach

En el ámbito marítimo las navieras también recibirán un impulso para el desarrollo de sus programas de implantación de combustibles alternativos y verdes. Conscientes de ello, hay que destacar los esfuerzos que ya realizan grandes compañías como MSC, en un ámbito tan innovador como es la implantación del hidrógeno en sus buques.

La situación de los últimos meses ha favorecido un escenario de problemas logísticos, embotellamientos, retrasos y de precios de fletes elevados, todo ello debido a los efectos de la pandemia.

A lo largo de 2020, los precios de los fletes, según los estudios de Drewry, han seguido creciendo hasta cifras récord, incrementándose el Shanghái Index hasta un 800% en los últimos seis meses.

Otros índices como el VCFI, (Valencia Containerised Freight Index), creado por la Autoridad Portuaria de Valencia, para reflejar la evolución de las tarifas del mercado de exportación de contenedores llenos por vía marítima desde Valenciaport, refleja asimismo un crecimiento continuo. 

Drewry’s composite World Container index inched up 0.3% to $5,237.83 per 40ft Container.

Hasta ahora, el fuerte basculamiento de las exportaciones hacia Asia ha favorecido al mercado chino, pero esta circunstancia podría empezar a equilibrarse con las nuevas medidas adoptadas por vía de urgencia por parte de la administración americana. La incesante subida de los fletes, los Blank sailing, están beneficiando a las navieras que han aprovechado la coyuntura para crecer en sus integraciones tanto verticales como horizontales de su negocio. Pero esta situación no beneficia a las exportaciones de Pekín, que pierden competitividad y cuyo gobierno esta tratando de poner freno a la incesante subida de los fletes o los Blank sailing, consciente de que los desequilibrios en macroeconomía acaban pasando factura.

Está en la agenda de Biden mejorar la deteriorada relación comercial con el gigante asiático. Es fundamental este acercamiento para recuperar el acuerdo comercial firmado entre ambos países y dar salida de nuevo a las exportaciones agrícolas y de materias primas. Todo ello sin perder de vista el liderazgo en el ámbito tecnológico, que es estratégico para ambas potencias. La recuperación de las ventas a China revertirá la situación logística actual y equilibrará los precios de los fletes. Pero todo ello pasa necesariamente por la efectividad y rapidez en la administración de la vacuna. Buen ejemplo de ello, la magnífica iniciativa del puerto de Singapur que siempre marca tendencia. Ha adquirido 10.000 dosis de la vacuna para ser administradas a todo su personal marítimo de primera línea, garantizando así los servicios del puerto en un entorno covid-free.

Zona de fondeo del Puerto de Singapur

El cambio en el modelo de demanda y de determinados productos ha desequilibrado los flujos de carga. Se ha disparado la solicitud de productos de consumo, domésticos y tecnológicos. Asimismo, y dada la coyuntura actual, la fabricación y demanda de nuevos contenedores sigue creciendo, pero estos llegan con retraso a las terminales. Las medidas ahora anunciadas por la administración americana podrían hacer cambiar de manera notable este escenario.

La demanda no disminuirá, pero si algunos productos y su origen, y con ello los flujos y frecuencias de las rutas marítimas. EE. UU. lograría recuperar la actividad perdida en los últimos meses. Las medidas adoptadas por la nueva administración demócrata llevan meses planificándose para conseguir este objetivo a corto plazo, porque el mundo entero tiene su mirada puesta en los Estados Unidos, tras una etapa convulsa y de incertidumbre.

En el momento en el que escribo este artículo entra Biden en el Capitolio, el índice Standard & Poor´s 500 toca máximos intradía y se coloca en los 3825 puntos. Nos esperan unos meses de cambios ciertamente interesantes.

¡EE. UU. ha vuelto!