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Mar caliente, planeta frito

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Greenpeace   planeta frito

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"Con esta imagen queremos alertar a toda la sociedad y exigir a nuestros políticos un cambio urgente en sus medidas políticas y actuaciones para salvarlo", explica Greenpeace.

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Greenpeace ha puesto este miércoles en el mar, frente a la costa de La Manga, una enorme sartén con un “planeta frito” para representar el calentamiento progresivo que sufren nuestros mares y el planeta.


El Mar Menor "nos parecía un perfecto ejemplo para representar metafóricamente lo que cada vez se parece más a un caldo. Un lugar donde, de seguir así y si no lo frenamos a tiempo, podríamos freír un huevo algún día", ha manifestado la ONG.


La idea de que nuestros mares y nuestro planeta se están convirtiendo en una sartén ardiendo preocupa seriamente a Greenpeace. "Con esta imagen queremos alertar a toda la sociedad y exigir a nuestros políticos un cambio urgente en sus medidas políticas y actuaciones para salvarlo".


El calentamiento global es algo ya indudable ante los ojos de cualquiera de nosotros y, cada día que pasa, vemos que el alcance de sus impactos es cada vez mayor. Olas de calor, veranos 5 semanas más largos, virulentos incendios, sequías devastadoras, lluvias escasas o torrenciales, enfermedades tropicales, subida del nivel del mar… Son solo algunos ejemplos ante los que nadie puede ya dar la espalda. La ventana de tiempo para actuar se acorta.


Greenpeace manifesta que "Hemos convertido nuestro planeta en una olla que a fuego lento se va calentando poco a poco. Nuestros mares han absorbido hasta el 93% del exceso de calor retenido en el planeta por los gases de efecto invernadero, que emitimos por la quema de combustibles fósiles en un modelo económico y energético contaminante y peligroso. No es sostenible. Tenemos que cambiar este modelo. No tenemos otra opción sensata".


Una maniobra complicada

20 activistas que han participado en la complicada maniobra desde el Rainbow Warrior. Ha supuesto una enorme dificultad técnica montar una estructura tan grande y pesada en la cubierta del barco. Con momentos difíciles al levantar la sartén de cubierta para situarla sobre el mar. Más de 500 kilos de hierro y madera que, colgados de una grúa, han pendulado sobre el agua. 


Ante la magnitud del problema del cambio climático, desde Greenpeace piden que se actúe con verdadera urgencia y valentía para tomar decisiones que estén a la altura del problema. No tenemos otra opción, según la ONG y "no se puede entender que los que toman las riendas sobre nuestro sistema energético y económico que está causando este problema no den un giro radical en sus políticas".


Las soluciones tienen que venir de la mano de todos los actores implicados en el sistema energético: los gobiernos (nacionales, europeos y globales) y las empresas responsable de estas emisiones. "Pero las soluciones también están manos de la ciudadanía", explica Greenpeace. "Ya somos muchas las personas que estamos tomando las riendas y hemos optado por otras alternativas energéticas. La legislación por fin nos lo permite y tenemos un país privilegiado en recursos para hacerlo. Ahora necesitamos voluntad política para impulsar este cambio. ¿A qué estamos esperando?", sentencia la ONG.


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