​Reganosa refuerza su actividad de investigación en colaboración con empresas y entidades europeas

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Un equipo de técnicos franceses acude a la terminal de Mugardos para realizar pruebas de una nueva herramienta de medición del caudal de gas natural licuado

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Reganosa está reforzando su actividad en investigación científica, campo en el que actualmente desarrolla dos proyectos con participación de entidades y especialistas de diversos países. Precisamente por ello la terminal de gas natural licuado (GNL) del Puerto de Ferrol recibe en mayo a un equipo de investigadores franceses, uno de los cuales prolongará su estancia durante meses.

Uno de los proyectos desarrolla un método para la determinación del número de metano mediante espectroscopia infrarroja, donde Reganosa ejerce de líder. El otro se refiere a la medición del caudal de GNL con laser Doppler, en el que el líder es el grupo francés Cesame Exadébit. Ambos casos cuentan con el aval de la Unión Europea a través de “EMPIR LNG”.

Determinar el número de metano es imprescindible para una eficiente utilización del gas natural licuado como combustible para el transporte. El número de metano, equivalente al índice de octano de las gasolinas, permite conocer el momento de detonación del gas en un motor y, por tanto, sus condiciones de operación. Esta información no resultaba tan relevante cuando el gas solo se utilizaba con fines energéticos en grandes centrales. Ahora que el GNL gana terreno como combustible para mover camiones, trenes o barcos, es muy importante saber el número de metano.

Los métodos disponibles para determinarlo databan de la década de los 70 del siglo pasado y no se consideran plenamente fiables. El fin último del proyecto es establecer una relación directa entre el número de metano de un gas y su espectro infrarrojo. Tras definir la idea científico técnica, la compañía ha implicado en el proyecto a distintas empresas y grupos de investigación tanto nacionales como internacionales. Entre los colaboradores nacionales están Naturgy, la spin-off de la Universidad de Santiago Mestrelab Research S.L. y el Instituto Universitario de Medio Ambiente (IUMA) de la Universidad de A Coruña (grupo de investigación de Química Analítica Aplicada).

Es bien sabido que la composición del GNL varía por diversos motivos: rendimiento de la planta de licuefacción, origen del gas, envejecimiento durante el transporte… Como consecuencia de esto, se necesitan equipos que midan, directamente en el gas a analizar (modo “on line”), todas aquellas propiedades susceptibles de cambiar con la composición.

Una de estas propiedades es el número de metano y, en la actualidad, no existen métodos validados para la medición “on line” del número de metano. Este hecho, unido al incremento del uso del gas como combustible en el transporte, hace que la determinación fiable, rápida y barata del número de metano se considere una urgencia para el sector gasista. De ahí la trascendencia del proyecto en el que se ha implicado Reganosa: optimizar y poner a punto un método de espectroscopia infrarroja para determinar el número de metano. Para validar el método, se utilizarán los resultados obtenidos de muestras idénticas analizadas mediante espectroscopía y en motores reales.

Esta investigación está amparada en el proyecto “EMPIR LNG III Metrological support for LNG and LBG as transport fuel”, cuyo objetivo persigue la generalización del gas natural licuado y del gas licuado de biogás (LBG) como combustible de transporte. Una parte esencial del mismo es el desarrollo de la trazabilidad de la medición. Para hacer frente a esto, el proyecto combina la experiencia de la industria, de los fabricantes de instrumentos y de los institutos científicos, para validar los métodos y realizar los ensayos necesarios.

Dentro del paquete “Clean Power for Transport package”, la utilización de gases licuados para el transporte, constituye uno de los pilares de la estrategia europea de combustible limpio. Como alternativas actuales al diesel, el GNL y LBG son especialmente adecuados como combustibles, tanto en el transporte interurbano por carretera como en el marino. Su utilización, en comparación con los combustibles convencionales, ayudaría a alcanzar los estrictos límites de emisiones de contaminantes de la normativa EURO VI.

Además, los motores funcionando con GNL producen mucho menos ruido que los diesel, por lo que se están convirtiendo en la opción preferida para camiones que operan en zonas urbanas. El GNL es también interesante para cumplir con los nuevos límites de contenido de azufre y óxidos de nitrógeno de las emisiones de los motores marinos.

El segundo proyecto internacional en el que participa Reganosa se centra en la creación y comprobación de un nuevo dispositivo para medir el caudal de GNL con laser doppler. Después de dos años de trabajos, la compañía francesa Cesame Exadébit –un referente en metrología en su país- ha diseñado un equipo de medición que en mayo está siendo probado en la terminal de Reganosa en el puerto ferrolano, con la participación también de Naturgy.

La medición del caudal de GNL es compleja por las características del producto. Superar esa dificultad se ha convertido en una prioridad ahora que se extienden las operaciones a pequeña escala con ese combustible. Además, se precisa que el aparato medidor resulte fiable, manejable y fácil de fabricar. Cesame Exadébit lo ha conseguido, y ahora personal de Reganosa junto con técnicos franceses realizan pruebas reales del mismo con el fin de validar el instrumento en condiciones criogénicas.

Estos trabajos se desarrollan en mayo, una investigadora vinculada a la Universidad de Poitiers permanecerá tres meses más en la terminal de Mugardos para, en colaboración con personal de Reganosa, realizar un tratamiento más exhaustivo de la información que aporten las pruebas programadas.