La puesta en valor del patrimonio industrial andaluz ha sido protagonista, como en anteriores ocasiones, en la IV edición de los Premios de Patrimonio Industrial de Andalucía, organizados por esta Fundación de Patrimonio Industrial de Andalucía (FUPIA), en colaboración con el Puerto de Huelva. La importancia de conocer y conservar el patrimonio industrial se puso de manifiesto en el acto de entrega de premios que ambas entidades han presidido en el Centro de Recepción y Documentación del puerto onubense. Estos premios se convocan con el objetivo reconocer públicamente los proyectos de investigación y las iniciativas más relevantes que realizan investigadores, empresas, asociaciones y particulares en la difusión, protección y recuperación del patrimonio industrial andaluz.
Los premiados en la categoría “Al mejor proyecto de investigación sobre Patrimonio Industrial de Andalucía” han sido, con el primer premio, Gloria Rivero con su proyecto ‘Construcción del paisaje de la sierra de Cádiz a través de su arquitectura rural: los molinos hidráulicos’ y con el segundo premio, Manuel Chaparro Campos y Vicente Prieto Barea, con su investigación ‘Soleras y volanderas. Molinos tradicionales en la campiña de Medina Sidonia y el territorio de frontera. Bases para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz’.
Los premiados en la categoría “A la intervención más relevante de activación del Patrimonio Industrial de Andalucía” han sido:
El acto ha estado presidido por el jefe del Área de Relaciones Institucionales y de Responsabilidad Social Empresarial del Puerto de Huelva, Juan José Blanco Barbado, el gerente de la Agencia IDEA en Huelva, Miguel Ángel Mejías Arroyo y la presidenta de FUPIA, Inés Durán Montero.
La Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía es una organización sin fines de lucro, promovida por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental (COIIAOC), para salvaguardar el patrimonio industrial de Andalucía como nexo esencial entre la historia de la comunidad autónoma y su realidad industrial.
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