La naviera Frontline se convierte en el miembro más reciente del grupo de armadores de grandes buques que están optando por la instalación de scrubbers en sus flotas y que consideran que puede resultar una opción rentable.
Según datos de Clarksons, en marzo de 2018 tenían instalados scrubbers solo 269 buques, menos de un 0,5% de la flota mundial.
Según varias encuestas llevadas a cabo entre los armadores, el uso de combustibles de bajo contenido en azufre va a ser la solución preferida para cumplir la normativa que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2020, frente a otras opciones como el fuel oil residual con depuradores de gases de exhaustación (scrubbers) o el gas natural licuado (GNL).
Solo unos 400 buques han instalado o tienen previsto instalar scrubbers hasta 2020, lo que supone poco más del 10% de los 3.800 que se preveían en el estudio oficial sobre disponibilidad del combustible de 0,5% de azufre que fue presentado a la OMI en mayo de 2016.
Según datos de Bunkerworld, el precio medio actual del HFO es de unos 320 $/t, mientras que el de el diesel oil es de 510 $/t, lo que conduce a una diferencia de unos 190 $/t.