Durante quince días y navegado algo más de doscientas millas náuticas, el planeador a realizado inmersiones cada tres horas a mil metros de profundidad, lo que ha permitido recabar cerca de un millón de datos de cada uno de los cinco parámetros biogeoquímicos del agua de mar observados (temperatura, conductividad, oxígeno disuelto, clorofila y turbidez)