La aceleración del IPC en servicios y alimentación no elaborada compensa las menores tasas en alimentos elaborados y energía. El diferencial de inflación favorable a España respecto a la zona euro se amplía hasta 0,1 puntos porcentuales.
El incremento del índice se debe al alza de los precios de la energía, que crecen por primera vez desde julio de 2014. La inflación subyacente se estabiliza en el 0,8% y el diferencial de precios con el resto de la zona euro se anula.