La flota japonesa de pesca mantiene en el Atlántico hace más de cincuenta años su principal base en el Puerto de Las Palmas, donde recala principalmente en los meses de abril-mayo y septiembre-octubre cada año entre las mareas de pesca que se desarrollan del Atlántico Norte, Mediterráneo y Atlántico Sur, para descargar la pesca, avituallarse y reparar.