El Convenio se adoptó en 2007 y sus Estados Contratantes actualmente suponen un porcentaje ligeramente superior al 60% del arqueo de la flota mercante mundial.
Se exigirá que los buques gestionen su propia agua de lastre para extraer o neutralizar los organismos acuáticos perjudiciales y agentes patógenos existentes en el agua de lastre y los sedimentos.
El presidente finlandés ya aprobó el pasado 17 de junio la propuesta del parlamento para ratificar este convenio, pero el procedimiento administrativo se ha retrasado por la temporada de vacaciones.