La costa oeste de La Palma, y precisamente la próxima a los nuevos deltas lávicos creados, concentra importantes poblaciones de cetáceos, motivo por el cual el wave glider está dotado de un hidrófono para detectar su presencia tal y como ya ocurrió durante la crisis volcánica.
El proyecto arranca con una reunión con los socios de esta iniciativa que pretende avanzar para ser un referente en ruido submarino en el Mediterráneo y en Europa.