Han participado más de 30 representantes de administraciones públicas, cofradías, federaciones de pescadores, ONG y comunidad científica, entre otros. La colaboración del sector pesquero es clave en esta iniciativa europea, que tiene como objetivo reducir la captura accidental de cetáceos en el golfo de Vizcaya y la costa ibérica.
El operativo se estableció entre los días 6 y 8 de diciembre en el Sur de Tenerife.
El acuerdo suscrito por la secretaria general de Pesca y los rectores de las universidades tiene como objetivo reforzar el conocimiento sobre las poblaciones de cetáceos, su situación y posibles interacciones con la pesca profesional
Las Islas Canarias constituyen un lugar de interés mundial por la riqueza de cetáceos de sus aguas y la observación comercial de cetáceos (whale-watching) representa una actividad económica importante en varias islas del archipiélago, especialmente en Tenerife
Con esta medida, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trata de garantizar la seguridad de embarcaciones y de las propias orcas.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación financiará un proyecto piloto de observadores a bordo para obtener mayor información sobre las capturas accidentales. Para la elaboración de este proyecto se han mantenido varias reuniones con el sector afectado y con los institutos científicos.
Los resultados del estudio demuestran que el gigantismo en los cetáceos es producto de una combinación entre la abundancia de alimento y los mecanismos que utilizan para alimentarse, los cuales favorecen tanto la adquisición de un mayor número de presas por unidad de tiempo como de calorías.
En esta reunión se aprobará formalmente la inclusión del área marina protegida “Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo” en la Lista de Zonas Especialmente Protegidas de Interés para el Mediterráneo (Lista ZEPIM). También se aprobará la hoja de ruta para la futura declaración del Mediterráneo como zona de control de emisiones de azufre (SECA por sus siglas en inglés), con vistas a su presentación ante la Organización Marítima Internacional en abril de 2022.
Ecologistas en Acción ha denunciado la realización de maniobras militares navales que no toman medidas ante los posibles impactos en las especies marinas, en especial en los cetáceos. La organización ecologista ha propuesto dos medidas: extender la moratoria antisónar de Canarias a otras regiones del Mediterráneo y ampliar el Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo.
Estas medidas limitan a 10 millas náuticas la velocidad a la que deben transitar las embarcaciones por las áreas de navegación establecidas.
Reduce aún más millas de navegación por las Zonas de Especial Conservación (ZEC) en su líneas entre Tenerife, La Gomera y La Palma, entre otras acciones, con el objetivo de preservar el bienestar de los cetáceos y resto de fauna marina.
En el último año ha habido un repunte de casos de colisión con barco en Canarias.
Reunión científica Internacional para celebrar el 15º Aniversario del Varamiento masivo de zifios asociados a maniobras militares en Fuerteventura, cuyos resultados científicos supusieron la moratoria anti-sónar, referente mundial en la conservación de cetáceos.
Este corredor de cetáceos está actualmente amenazado por varios proyectos de prospecciones petrolíferas y de sondeos acústicos planeados en la zona a pesar de su gran importancia ecológica.
Afectarían al Corredor de Migración de Cetáceos, futura Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM). Solo las explosiones de la primera fase producen daños fisiológicos irreversibles en los cetáceos o incluso su muerte.
Tras la entrada en vigor de una nueva ley en Francia para proteger a los cetáceos del tráfico marítimo, WWF recuerda que cada año mueren hasta 40 rorcuales comunes como consecuencia de las colisiones con buques en el mar Mediterráneo. La organización pide a los barcos españoles que adopten también estos sistemas para detectar cetáceos en zonas con una mayor incidencia de este grave problema.
Las principales amenazas a las que se enfrenta esta fauna marina, según la organización conservacionista, son la abundancia de basuras y plásticos a la deriva, la colisión con embarcaciones, la contaminación acústica por el tráfico marino y los vertidos contaminantes.
Los datos indican un repunte de las poblaciones estudiadas respecto al año anterior, debido a factores ambientales, puesto que el 2015 se produjo el efecto climatológico conocido como El Niño y La Niña.
La mayor parte de estos animales se localizaron en la costa del Golfo de Cádiz, donde se registró tres veces más que en el litoral mediterráneo el número de tortugas varadas.