El protocolo con Mauritania, el más importante entre la Unión Europea y un país tercero en materia pesquera, beneficia a un total de 50 buques españoles de diversas modalidades de Galicia, Canarias, Andalucía y el País Vasco.
Ambos países coinciden en la importancia de la renovación del acuerdo bilateral, como una medida de mejora de la gestión de la pesca en las zonas económicas exclusivas respectivas.
Las condiciones económicas y técnicas propuestas por las autoridades de Guinea-Bissau son desproporcionadas y la flota europea no puede aceptarlas.