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Vicente Boluda: "A los políticos de nuestro país les encanta poner trabas a la iniciativa privada"

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Vicente Boluda, presidente de Boluda Corporación Marítima, visitó la pasada semana los principales puertos de Canarias y se reunió con los presidentes de sus dos autoridades portuarias. Intercambió impresiones con Luis Ibarra en Las Palmas y con Ricardo Melchior en Tenerife. Vicente Boluda expresa en esta entrevista su apuesta por el proyecto de convertir a Gran Canaria en nexo de distribución de mercancías procedentes de Sudamérica.


Vicente Boluda es uno de los empresarios más importantes de nuestro país. A través de su cargo de presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios se ha convertido también con el paso de los años en uno de las voces más contundentes en la ineludible y permanente interlocución entre políticos y empresarios.


Boluda Corporación Marítima es actualmente uno de los principales grupos en servicios marítimos globales. Su actividad abarca las distintas áreas que conforman el sector marítimo, ofreciendo un servicio integral. Cuenta con las divisiones de Boluda Lines (naviera, consignataria, transporte terrestre, logística, gestión de terminales portuarias, transitaria y almacenamiento), Boluda Tankers (suministro y transporte de combustible), Boluda Towage and Salvage (servicio de remolque en puerto, altura y salvamento marítimo). Boluda Corporación Marítima tiene presencia en todo el litoral español, en Francia, en Italia, en África Occidental y en Latinoamérica. Y Canarias es una de sus principales apuestas históricas y de futuro.


-¿Está usted al frente de una compañía multinacional de grandes dimensiones. Cuéntenos cómo empezó todo.


-El origen de todo esto es muy antiguo. En mí coinciden dos ramas navieras, tanto por parte de padre como por parte de madre. Por parte de madre soy la quinta generación. La primera compañía es de 1837 y todavía sigue viva. Por parte de padre, mis familiares empezaron en 1920. Una empresa está a punto de cumplir doscientos años y la otra está muy cerca de cumplir los cien años. También he tenido la suerte de que las ramas familiares han sido muy cortas, con hijos únicos, y eso ha facilitado mantener la unión en la compañía. Por una parte, mantenemos el servicio de remolcadores, por parte de padre, y el de la naviera de carga, por parte de madre. Y la historia continúa. Mis hijos ya están trabajando en la empresa.


-¿Cómo asume usted la gestión de una empresa tan grande? Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta actualmente?


-Cada vez las cosas se complican más. La competencia aumenta y a esto se añade el hecho de que los países emergentes están creando también su propia flota con sus propias navieras. Siempre ha sido un mercado globalizado el de la industria marítima, pero no cabe duda de que el acceso a este mundo está siendo cada vez más fácil para terceros países que antes no accedían y la competencia hoy por hoy es considerable.


-¿Qué lectura puede hacerse de la situación actual? ¿Puede decirse que el sector naviero atraviesa por un momento de crisis? Tenemos el caso reciente de las dificultades por las que atraviesan algunas como la coreana Hanjin Shipping o la tendencia a buscar alianzas entre compañías de renombre.


-Yo diría que siempre hemos tenido crisis cíclicas. Es como la pescadilla que se muerde la cola. La cosa va bien y empezamos a hacer más barcos y más grandes. Exceso de bodega y de nuevo todo se viene abajo. Llega la crisis o la ruina incluso para algunos y volvemos de nuevo a menos barcos, menos bodega. En los últimos quince años es la sexta o la séptima vez que se dice que estamos en crisis. Cada dos o tres años hay una. Normalmente, a las grandes compañías las han sacado de apuros sus propios gobiernos hasta que ha llegado el momento que esos gobiernos han decidido dejar a esas empresas un poco a su suerte. Esto es lo que le ha pasado a Hanjin. CMA-CGM sigue en activo gracias al Gobierno de Francia. Y caerán más, veremos caer a más navieras y lo veremos no dentro de mucho tiempo.


-¿Y cómo valora usted la relación que mantiene con los políticos en nuestro país?


-Nuestras relaciones son buenas y cordiales, además, pero sí que les demando que faciliten el camino a la iniciativa privada. A los políticos de nuestro país les encanta poner trabas. Le aseguro que si usted proyecta montar un kiosko para vender periódicos va a tardar al menos de seis meses a un año en arrancar. Imagínese intentar montar algo más importante. Yo creo que los políticos deberían quedarse con los altos cargos de renombre y poner a técnicos profesionales a gestionar los cargos desde las direcciones generales hacia abajo. 


-Uno de los proyectos que usted lidera desde la Asociación Valenciana de Empresarios es el denominado Corredor Mediterráneo, una infraestructura que ustedes consideran fundamental para el desarrollo económico desde el sur de España hasta el interior del continente europeo.


-Y seguimos con la idea, después de que nos han mentido y nos han tomado tanto el pelo. Ana Pastor, anterior ministra de Fomento, menos jugar a los bolos con nuestra cabeza nos ha hecho de todo. Hemos tenido que grabar desde un helicóptero el avance de las obras desde Almería hasta la frontera y actualizamos las imágenes cada cierto tiempo en nuestra web para que todo el mundo pueda ver el trazado, lo que se ha hecho y lo que no para que nadie nos pueda volver a tomar el pelo. Este corredor es básico de cara al futuro. Hablando sólo de España, hay que tener en cuenta que el 50 por ciento de la población vive en la zona mediterránea y que el 59 por ciento del Producto Interior Bruto del país se genera en esta zona. Claro que es importante el Corredor Mediterráneo. Lo que pasa es que en España, desde el siglo XIX, se impone un concepto radial de lo que son los sistemas de transporte. Todo tiene que pasar por Madrid. Parece que el mejor trazado para ir de Murcia a Barcelona es Murcia-Madrid y luego Madrid-Barcelona. Es absurdo. Esto habrá que cambiarlo algún día porque el núcleo más importante de población y riqueza en este país está en la cuenca mediterránea.


-¿Qué papel está jugando Boluda en el proyecto que lidera la Autoridad Portuaria de Las Palmas para convertir el Puerto de La Luz en hub de distribución de mercancías procedentes de Sudamérica?


-Desde mi punto de vista, este es un proyecto muy bonito. Pero también muy difícil de culminar. Te obliga a viajar al lugar donde está cliente. Si no viajas, ni no te esfuerzas, si no vas…el negocio no te lo va a traer nadie hasta aquí. Y hay que ser perseverante. Ir una, dos, tres, cuatro veces y las veces que hagan falta porque lo más probable es que las primeras veces de poco servirán porque se limitan a darte un par de palmadas en la espalda y hasta pronto. A mí me parece una buena idea que Las Palmas se convierta en centro de una distribución más racional de productos que proceden del sur de América. Sobre todo hacia puertos africanos que no tienen el mismo calado que el Puerto de La Luz para recibir a estos enormes buques mercantes. No todos los puertos de la costa occidental de África pueden recibir buques de 80 mil o 100 mil toneladas, que son ya las cantidades que te permiten abaratar el transporte. Es más lógico, más seguro, traer esos buques aquí a Las Palmas donde hay seguridad jurídica y seguridad de todo tipo y realizar aquí la redistribución de la carga con barcos de 8 o 9 metros de calado como mucho.


-¿Qué rol representa Boluda en este proyecto?


-Nosotros haremos lo que nos digan. De transporte, fundamentalmente, y aquí de estiba o lo que haga falta. Hay que destacar que Boluda tiene presencia en casi todos los países de la costa occidental de África. Nosotros queremos ayudar siempre y contamos también con flota que hace la ruta del Paraná con carga de grano, desde el sur de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. Somos básicos en la estrategia de ese transporte y somos fundamentales en nuestra conectividad regular desde Las Palmas con África occidental. Estamos en nueve países en América del Sur, en cuatro de Centroamérica, en tres en el Caribe y la marca Boluda le abre muchas puertas a la Autoridad Portuaria de Las Palmas. 


-¿Boluda tiene previsto invertir en este proyecto o es sólo un socio estratégico?


-El proyecto tiene que definirse, en primer lugar. Las cosas se están haciendo bien. Cuando se confirme el socio o los socios americanos y se concrete el proyecto por supuesto que invertiremos y nos encargaremos de lo que tengamos que asumir. El presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, volverá a estar en Argentina el día 13 de febrero. Yo tengo una reunión en Méjico el día 8 y el día 10 estoy en la República Dominicana y estoy analizando la posibilidad de acompañar a la delegación de Las Palmas al menos un día en Buenos Aires.


-¿Tienen previsto nuevas inversiones en África?


-En África contamos ya con una flota de unos 70 remolcadores. Se ha hecho una apuesta fuerte ya el año pasado y mantenemos alguna terminal y una conectividad regular de líneas marítimas. Estamos en Marruecos, Mauritania, Senegal, Togo, Camerún y Costa de Marfil. Y también en Mozambique, Madagascar, Mauricio y Reunión. 


-¿Hay planes concretos de inversión en Mauritania?


-Sí, tenemos pendientes nuevos remolcadores para sus puertos principales: Nouakchott y Noadhibou.


-¿Cuál es el área de negocio más relevante de Boluda?


-Todas son importantes. Juegan un papel importante los remolcadores, las barcazas de suministro de combustible, las terminales, las líneas de contenedores...Está todo bastante equilibrado. Tenemos, además, una división offshore bastante decente y más ahora con las adquisiciones que hemos hecho en Alemania. Hemos comprado varias compañías y nos asentamos ya en puertos tan estratégicos como Hamburgo.


-¿Cómo valoran ustedes el hecho de que las grandes compañías del sector del oil&gas estén contando cada vez más con el Puerto de Las Palmas para sus escalas y permanencias de larga duración?


-Ese negocio seguirá así hasta que el crudo vuelva a recuperar sus precios y estas plataformas y perforadoras vuelvan a la mar. Seguirá existiendo el negocio aquí pero no con esta dimensión. No veremos aquí doce embarcaciones atracadas, pero se mantendrá la presencia con las reparaciones y trabajos de mantenimiento. Es importante la cantidad de dinero que mueven y la actividad económica indirecta que generan en la isla. Ahora mismo estará en torno a los 48 o 52 dólares el coste de extracción de un barril en el mar, con lo cual mientras el precio de mercado esté por debajo de eso no volverán a extraer.


-¿Qué opinión le merece el Puerto de Las Palmas?


-Me parece muy buen puerto. Fácil para entrar y fácil para maniobrar en su interior. Está bien situado entre Europa y Àfrica. Ofrece buenos servicios y mucha seguridad. Es el puerto ideal para el proyecto en el que estamos inmersos y por el que seguiremos apostando para convertirlo en hub de mercancías que vengan desde el continente americano.


 

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