ANFACO-CECOPESCA considera positiva la continuidad de Isabel Garcia Tejerina al frente del Ministerio

El hecho de que la pesca vuelva a figurar en la denominación del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente se considera una decisión acertada considerando la relevancia que el complejo mar-industria tiene en España.

ANFACO-CECOPESCA valora positivamente la permanencia de Isabel Garcia Tejerina como Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, considerando su dilatada trayectoria en dicho Ministerio y el buen conocimiento que ha demostrado respecto de las diferentes problemáticas que afectan a los sectores que están bajo su competencia, especialmente el vinculado al complejo mar-industria y a la industria conservera y transformadora de productos del mar.

Asimismo, se considera una decisión muy acertada y de justicia la recuperación de la mención específica a la pesca en la denominación del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, aspecto que debe servir de impulso para que desde el Ministerio se adopten políticas que permitan fomentar la competitividad de este sector, en el que España ostenta una posición de privilegio a nivel comunitario y mundial.

Para ello, ANFACO-CECOPESCA estima que desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente deben impulsarse en esta nueva legislatura una serie de importantes medidas, fundamentales para lograr este objetivo, las cuales a continuación se exponen:

* Defensa activa de los intereses del sector ante las instituciones comunitarias: Debe realizarse una defensa activa de los intereses de la industria conservera y transformadora de productos del mar en el ámbito de la UE, mediante la participación activa e influyente de España en el proceso de toma de decisiones políticas y legislativas de la UE, dado que de ella emana una parte fundamental de las políticas y normativas que inciden en la competitividad empresarial de nuestro sector.

Nuestra Administración debe liderar y participar de forma activa en todos los órganos de decisión de la UE, defendiendo los intereses y trasladando las necesidades del sector conservero y transformador de productos del mar a las instituciones comunitarias.

En este sentido, la industria conservera y transformadora de productos del mar española y comunitaria consideran fundamental para preservar su competitividad futura, el que por parte de la Comisión Europea no se concedan beneficios para un acceso preferencial al mercado de la UE a las conservas de atún procedentes de terceros países con los que se puedan llevar a cabo negociaciones comerciales, debiendo considerarse a las conservas de atún como un producto sensible en el marco de estas negociaciones.

* Garantizar la existencia de un verdadero level playing field en el mercado comunitario: desarrollando un proceso de verificación y control estricto en cuanto al cumplimiento de la normativa comunitaria que debe respetar cualquier producto para su comercialización en el mercado de la UE. Todos los operadores deben estar sujetos al cumplimiento de normas equivalentes que garanticen una competencia leal en el ámbito laboral y de derechos humanos, medioambiental, socio-económico, de calidad, seguridad alimentaria y trazabilidad.

* Asegurar la disponibilidad de materia prima: Debe garantizarse un verdadero aseguramiento de la disponibilidad de materia prima destinada a la industria conservera y transformadora de productos del mar, en cantidad, calidad y condiciones de comercialización competitivas.

* Lucha contra la pesca IUU/INDNR: nuestra administración debe reclamar de forma firme que la Comisión Europea exija la máxima transparencia y rigurosidad a todos sus Estados Miembros a la hora de aplicar el Reglamento contra la pesca IUU/INDNR, a fin de lograr su aplicación totalmente uniforme en el conjunto de los Estados Miembro de la UE, así como el desarrollo de labores de vigilancia y control de su cumplimiento cuya efectividad pueda verificarse.

* Apostar por la sostenibilidad de los recursos: Es imprescindible para el futuro del sector y de los recursos asegurar la implementación de una correcta sostenibilidad, tanto desde el punto de vista económico y social como medioambiental.

* Potenciar el acceso del sector al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP): el sector transformador y comercializador de productos del mar debe tener un importante peso, tanto en los objetivos como en las prioridades del FEMP, considerando su importante dimensión socio-económica.

* Fomentar la internacionalización: debe impulsarse una mejor coordinación de las acciones de los organismos públicos con competencias en la materia y el sector, a fin de coordinar esfuerzos y asegurar la existencia de cofinanciación disponible para el desarrollo de este tipo de acciones tan importantes para la internacionalización del sector y el acceso a nuevos mercados.

* Desarrollar una estrategia de promoción y valorización de los productos del mar mediante la planificación y cofinanciación de campañas de comunicación, en las que las conservas de pescados y mariscos deben tener un gran peso, resaltando sus propiedades saludables y destacando la calidad y la innovación como forma de diferenciarse y de reforzar la imagen de estos productos para satisfacer las crecientes necesidades de los consumidores, quienes demandan alimentos fáciles de preparar, saludables y seguros, que permitan una conservación prolongada.

Por ello, consideramos que debe impulsarse la promoción de los productos del mar, cuyo consumo en términos generales ha venido descendiendo paulatinamente en los últimos años, siendo para ello necesario que el MAGRAMA recupere la dotación presupuestaria de la que disponía para la promoción de los productos del mar con anterioridad a la crisis.

* Fomento de la innovación, investigación y desarrollo directamente aplicable a la industria conservera y transformadora de productos del mar a fin de reforzar la capacidad tecnológica y de Innovación tanto de las empresas como de los Centros Tecnológicos Sectoriales que les dan soporte, promoviendo el apoyo a la competitividad del tejido industrial a través de la innovación y el soporte tecnológico, la disponibilidad de fondos para programas de financiación pública a la I+D+i y la mejora de infraestructuras tecnológicas y la potenciación de la transferencia de tecnología entre el tejido industrial y los Centros Tecnológicos Sectoriales.

* Reducción de la carga tributaria: En este sentido, sería muy importante lograr una reducción de la carga tributaria que soportan actualmente los productos del mar a través del IVA, dados los innegables beneficios saludables que aporta su consumo y su carácter de alimento básico. Por ello, el IVA aplicable a estos productos debería reducirse, con un tipo que pasase del 10% al 4%, tal y como está ya establecido para otros alimentos básicos, como la fruta, el pan o la leche a los que se aplica el denominado IVA superreducido.

* Articular una política de fomento industrial a fin de asegurar aspectos tan relevantes como el acceso a la energía a un coste competitivo, definiendo para ello una nueva fiscalidad energética que fomente el ahorro y no penalice herramientas tan útiles como la cogeneración.

Debe promoverse una política industrial orientada a impulsar el crecimiento y la creación de empleo estable, facilitando para ello la mejora de la cualificación y la empleabilidad del capital humano, incentivando las fusiones y adquisiciones voluntarias para el aumento de dimensión empresarial y el acceso al crédito bancario.

* Lograr una armonización y simplificación legislativa y administrativa, estableciendo un marco regulatorio de la cadena alimentaria que reduzca la complejidad y la dispersión legislativa que todavía existe en determinados ámbitos y que provoca inseguridad jurídica, a fin de lograr una verdadera unidad de mercado a nivel nacional e internacional que fomente una competencia leal en los mercados.