¿Y eso del Just-in-time?

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Las adversidades inesperadas como el COVID-19, y algunas programadas como el BREXIT parecen haber destapado la caja de pandora de la inmologística, dejando de lado el Just-in-time.

Las situaciones extremas han multiplicado las necesidades y demanda de suelo logístico, y las operaciones de contratación de naves no parecen tener techo por el momento a nivel global. Cuando las cadenas de suministro iban rodadas, con abundancia exagerada de oferta de transporte, las necesidades de almacenaje se minimizaban, prevaleciendo una buena planificación y atino en programación de la cadena de suministro. Ahora el comportamiento empresarial parece retomar el control gestionando o subcontratando almacenajes locales. Obviamente el e-commerce ha generado nuevas oportunidades de negocio basado en volumen y rapidez, y almacenar en cercanía parece estar a la orden del día.

Quizás estemos en una fase de ajuste en la que la fiebre inversora esté generando una nueva burbuja inmobiliaria. Hay estudios que pronostican un crecimiento al alza auspiciado por los grandes operadores logísticos e inmobiliarios del sector, pero si nos paramos a pensar, ¿son necesarios tantos nuevos polígonos y almacenes? Recordemos que, en la pasada burbuja, el mapa español se pobló exageradamente de nuevos polígonos industriales que han quedado desiertos, y muchos siguen desocupados en gran medida. Lo que queda claro es que los grandes fondos de inversión están presionando al alza los costes, y ello de redundar en una subida del precio de las cosas. Es algo poco más que lógico. A ello se suma el desbarajuste actual de costes de transporte internacional, con fletes marítimos en niveles máximos con una calidad de servicio deficiente. Quizás lleguemos a una fase inflacionista en el corto plazo. Si importar un contenedor de Asia cuesta tres o cuatro veces más que antes de la pandemia, y ahora hay que incurrir en coste de almacenaje que antaño no se asumían, es normal que el precio de venta tenga que subir.

Los patrones de consumos están cambiando de manera radical, y la logística amolda su infraestructura para servirla de manera eficiente. ¿Almacenaje de proximidad para acelerar la entrega final? Quizás los fondos de inversión, tanto nacionales como extranjeros tengan la respuesta, o quizás estén jugando al Monopoly.

Quizás sea que somos un enclave geoestratégico, hub de distribución internacional, que puede requerir nuevo suelo logístico y de ahí la situación actual, quizás sea una burbuja a punto de estallar y se vuelva al Just-in-time como práctica generalizada en las cadenas de suministro globales, tempo al tempo.