En el segundo trimestre de este año el ITC subió un 0,3%, lo que supone un cambio de tendencia tras dos trimestres de mejora de la competitividad frente a la UE. Esta pérdida de competitividad se debe casi en exclusiva a la apreciación del euro frente a las divisas de aquellos países comunitarios que no pertenecen a la zona euro (como la corona sueca, la libra esterlina y el zloty polaco).
Si comparamos con la OCDE, el ITC ascendió un 3,2% a pesar de la mejora de competitividad española gracias a una evolución de los precios en España más moderada que en la OCDE, que sólo pudo compensar de forma muy limitada la sensible apreciación del euro frente a las principales monedas de esta zona (como el franco suizo, el dólar americano y en menor medida el yen japonés y el won coreano).
Una evolución muy similar muestra el ITC en relación con los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que aumentó un 3,8% interanual en el segundo trimestre.
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