Reunión del Grupo para el impulso a la competitividad del transporte con la Oficina Española de Cambio Climático

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La Oficina Española de Cambio Climático propondrá la adopción de las 44 toneladas dentro del paquete que se incorporará en la próxima Planificación Integrada de Energía y Clima.

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Grupo para el Impulso a la Competitividad del Transporte que aglutina a veintisiete organizaciones empresariales sectoriales que se han unido para reclamar a las Administraciones Públicas la implantación de esta medida.

La OECC apoya las pretensiones de los cargadores en base a la elevada reducción de emisiones que supondría la ampliación de la masa máxima autorizada, sin necesidad de inversiones ni otros costes asociados para el sector del transporte.

Esta medida contribuiría al cumplimiento de los compromisos adquiridos por España en materia de reducción de gases de efecto invernadero, gracias a un ahorro del 5% de las emisiones de CO₂ que se estima de entre 105.249 y 129.000 toneladas/año (fuente: Universidad Politécnica de Cataluña).

Además contribuiría a dar respuesta a la reciente propuesta de Reglamento de la Comisión Europea para imponer objetivos al transporte pesado, con una reducción de emisiones del 15% en 2025, del 30% en 2030.

Por otra parte, la Hoja de ruta de la Comisión Europea para una economía hipocarbónica establece que en 2050, las emisiones procedentes del transporte podrían reducirse más del 60% respecto de los niveles de 1990.

Desde el punto de vista del medioambiente, se facilitaría también la consecución de los objetivos para una economía circular, a partir de una menor generación de residuos tales como neumáticos fuera de uso, aceites, filtros, etc.

También se puso de manifiesto que las 44t podrían generar muchas sinergias con la intermodalidad, colaborando también desde otros modos de transporte a la reducción de emisiones.

Con estos retos por delante, la OECC no solo apoya esta medida sino que está dispuesta a estudiar ayudas a la renovación de flota de los camiones menos eficientes (dentro del Plan PIMA Transporte), que aplicarían en principio a los Euro V y Euro VI. Con ello se facilitaría una introducción menos disruptiva para el sector del transporte, al tiempo que se incrementaría la seguridad vial.

Se trasladó también al representante de la OECC que esta medida no constituiría una pérdida de empleo, sino todo lo contrario, en base al incremento en la actividad, que se produciría como consecuencia de la mejora de la competitividad.