​Los marineros del barco C-Star han vuelto a casa

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El Comité de Bienestar del Port de Barcelona ha dado asistencia a la tripulación durante los cuatro meses que ha pasado en el Puerto, abandonada por su armador.

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Los seis marineros del barco C-Star, que ha estado atracado durante cerca de cuatro meses en el Port de Barcelona en situación de abandono por parte de su armador, finalmente han podido volver a casa una vez se ha realizado la venta de la nave y han cobrado sus salarios.

Durante los más de 100 días que ha pasado en Barcelona, la tripulación del C-Star, originaria de Sri Lanka, ha sido atendida por el Comité de Bienestar del Port de Barcelona con una acción conjunta en la que han intervenido la Capitanía Marítima de Barcelona; la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte-ITF; el Port de Barcelona; y el Centro Stella Maris del Apostolado del Mar de Barcelona, que ha coordinado toda la operativa.

El abandono de barcos con su tripulación a bordo es un problema que deben atender puertos de todo el mundo. En el caso del C-Star, además, la situación estaba agravada porque tenía prohibida la entrada los puertos europeos por las circunstancias en que había sido fletado: la organización Defend Europe, contraria a la acogida de refugiados en Europa, lo puso en servicio con el objetivo de entorpecer el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. Una vez los miembros de esta organización desembarcaron en Malta a finales del pasado mes de agosto, el barco y su tripulación quedaron abandonados y sin recursos.

Razones humanitarias y de seguridad

Cuando el barco fondeó en Barcelona, la Capitanía Marítima en autorizó la entrada a puerto para razones humanitarias y de seguridad del tráfico marítimo, ya que el barco estaba agotando sus reservas de combustible y de provisiones.

Una vez en puerto, el armador del C-Star manifestó su intención de vender el barco pero en ningún momento envió dinero para su mantenimiento ni para la supervivencia de la tripulación. En un primer momento, la Cruz Roja del Mar y Cáritas suministraron alimentos a los marineros, pero fueron sustituidos a continuación por el Comité de Bienestar del Port de Barcelona. Durante los cuatro meses que la nave ha estado en Barcelona Stella Maris ha convertido en el interlocutor con los marineros, les ha suministrado alimentos y otros productos básicos, los ha visitado diariamente y se ha ocupado de su traslado a la ciudad, dándoles apoyo en aspectos como la comunicación con las familias, etc.

Por su parte, el Port de Barcelona se ha encargado de suministrar agua y combustible en el barco y la Corporación de Prácticos de Barcelona y la Capitanía Marítima de Barcelona también han estado atentos para atender cualquier necesidad que tuviera la tripulación.

Cabe destacar la labor realizada por Ricard Rodríguez-Martos, delegado de Stella Maris y secretario del Comité de Bienestar del Port de Barcelona, que se ha convertido en el interlocutor con la tripulación durante la su estancia en puerto. Asimismo, ha sido muy importante la labor realizada por Joan Mas, inspector de ITF en Barcelona; y por Rafael de Muller, abogado de ITF y que desarrolla tareas de voluntariado en Stella Maris, que han asumido la representación legal de los marineros de cara a una posible negociación con el armador o una demanda de embargo de la nave para facilitar el cobro de sus salarios.

Finalmente, el pasado 23 de enero el armador del C-Star confirmó la venta del barco y se organizó una reunión en la sede de Stella Maris, con presencia de representantes de la parte vendedora y compradora, en la que se pagaron los salarios atrasados a la tripulación. Una vez recibieron sus salarios los seis marineros del barco pudieron volver a casa.

Atender las necesidades de los marineros

El Comité de Bienestar del Port de Barcelona quiere recordar que cada año atracan en el Port miles de barcos con sus respectivas tripulaciones que llegan con necesidades de todo tipo que deben ser atendidas diariamente.

La buena coordinación entre los diferentes miembros del Comité de Bienestar ha sido básica para que un caso excepcional, como el del C-Star, haya finalizado de manera satisfactoria para sus marineros, pero también lo es en el día a día para conseguir que Barcelona sea un puerto Seafarers'friend, lo cual se consigue con la colaboración constante de toda Comunidad Portuaria de Barcelona.