Con una inversión total que ha superado los 60 millones de euros, esta planta singular y de última generación dispone de cerca de 77.000 metros cuadrados. Dispone además de acceso directo al muelle de atraque, que cuenta con un calado de 21 metros.
Se trata de tres grandes naves adosadas en paralelo, todas ellas de 20 metros de altura libre. Una de las naves tiene 250 metros de longitud y las otras dos alcanzan los 500 metros. En la obra se han montado 256 pilares prefabricados de hasta 22 metros de altura y 133 vigas de hasta 36 metros de longitud.
La Autoridad Portuaria de Sevilla ha invertido 2,1 millones de euros en la mejora de este muelle para recuperar su funcionalidad y adaptarlo a las nuevas cargas.
La construcción de la planta y la instalación de maquinaria específica requerirán una inversión global de 55 millones de euros. Su actividad generará entre 250 y 300 nuevos empleos directos, y entrará en funcionamiento en el primer trimestre de 2018.