La fragata ‘Navarra’, al frente de la Operación Atalanta, interceptó a los presuntos autores dos días después de los ataques
Este incidente demuestra que la amenaza pirata en aguas del Índico sigue siendo una amenaza real y que la aplicación de las directrices BMP5 para la protección contra la piratería y muy especialmente el embarque de seguridad privada a bordo resultan esenciales para la protección de las tripulaciones y los buques ante estos ataques en las zonas de riesgo de piratería.
En el apogeo de la piratería somalí en enero de 2011, los piratas secuestraron a 736 rehenes y 32 buques. En octubre de 2016, esas cifras llegaron a cero, en parte gracias a las fuerzas navales internacionales y al embarque de guardias armados de seguridad privada.
El final de operaciones militares internacionales de protección y la relajación en el seguimiento de las recomendaciones de seguridad pueden ser las causas.
En los primeros 3 meses del año se registraron 43 ataques a buques, de los cuales 33 fueron abordados, 2 secuestrados, 4 sufrieron disparos y otros 4 ataques fueron rechazados.
A lo largo del próximo año, los comandantes de EUNAVFOR trabajarán con los socios regionales y el sector naviero para analizar qué medidas se deberían poner en marcha más allá de diciembre de 2018 para garantizar la desaparición de la piratería en aguas de Somalia.
Los piratas somalíes volvieron a atacar buques mercantes tras más de dos años y medio, según confirmaron en un comunicado fuentes de la operación Atalanta contra la piratería en Somalia de EUNAVFOR.
La OMI ha trabajado con oficiales del país para el establecimiento de una Administración marítima nacional y para elaborar el proyecto revisado del Código marítimo de Somalia.