El puerto y la Catedral instalan en el Micalet una réplica del “telégrafo portuario” usado en el Siglo XIX para informar de la llegada de los buques comerciales y su procedencia o destino. Entre las obras destaca un grabado coloreado del plano del puerto de Valencia y vista del Grao, obra de Antoni Josef Cavanilles cuya publicación data de 1795.