El módulo se depositó en el lecho marino a una profundidad de unos 500 metros en una zona con una pendiente relativamente baja y a 2,5 km del punto en el que el flujo de la lava está entrando en el océano Atlántico (Playa de los Guirres)
La cooperación en esta materia se concreta en la PLOCAN, que tiene sistemas de observación de procesos ambientales en tiempo real, incluyendo riesgos naturales, cambio climático y ecosistemas marinos.