Este incidente demuestra que la amenaza pirata en aguas del Índico sigue siendo una amenaza real y que la aplicación de las directrices BMP5 para la protección contra la piratería y muy especialmente el embarque de seguridad privada a bordo resultan esenciales para la protección de las tripulaciones y los buques ante estos ataques en las zonas de riesgo de piratería.