Los meses de trabajo previo coordinado han servido, por un lado, para certificar, a través de pruebas exhaustivas, que la comunicación es ágil y fiable para poder bloquear los contenedores que no cumplan la normativa.
La nueva normativa europea convierte a las terminales marítimas en almacenes de depósito temporal para las mercancías de fuera de la Unión Europea.
Las terminales pasan a ser responsables de autorizar la salida de cualquier mercancía de sus instalaciones.