El beneficio neto asciende a 2.417 millones de euros (+18,4%), gracias al negocio internacional, que compensa los malos resultados en España.
La construcción comenzará en el año 2020. La compañía apuesta por esta tecnología renovable de generación como una de las claves del futuro de la compañía.
Con esta adjudicación, Iberdrola podrá aplicar su know-how al desarrollo del sector eólico marino emergente en Estados Unidos, cuya costa este reúne óptimas condiciones de profundidad y recurso eólico.